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Cine

El agregador digital para las plataformas VoD 

julio 19, 2019 by Retina Latina Dejar un comentario

La segunda sesión del Laboratorio Conecta a cargo de Juliana Moreira de Souza del agregador digital Under the Milky Way de Brasil fue un espacio destinado para hablar sobre cuál es el papel de los agregadores digitales, los nuevos actores de la industria encargados de suplir las necesidades de una película durante la ruta de circulación en las ventanas Home Entertainment (Transactional o TVOD) y Subscription (SVOD). Al respecto, el agregador digital hace la conexión entre los titulares de los derechos audiovisuales como productores, distribuidores de salas y agentes de ventas con las plataformas que ofrecen estos contenidos a través de internet. 

La experta explicó que los agregadores digitales se enfocan especialmente en películas que no pertenecen a grandes estudios de producción, pues que estos ya tienen capacidad y personal para hacer acuerdos con las plataformas directamente, por esa razón el enfoque o público objetivo de los agregadores está en las películas de corte más independiente que sí necesitan de intermediarios que ya hayan establecido relaciones comerciales con plataformas VoD. 

Lo primero que hacen los agregadores digitales cuando hacen un acuerdo o negocio con el productor de una película es firmar una licencia de derechos para poder iniciar la primera fase del trabajo que consiste en preparar el producto con la mejor calidad posible de acuerdo a los requisitos técnicos que exigen las plataformas web. Una vez se ha realizado la codificación de los materiales del filme, inicia el papel más importante del agregador que es el de optimizar las ventas de los contenidos en las plataformas VoD. Dicha optimización pasa primero por firmar un contrato de licenciamiento en el que se establecen principalmente los territorios donde se verá la película y el tiempo de cesión de derechos de exhibición que por lo general es de dos años. 

La fase de rentabilización de la película inicia con un plan de marketing que incluye una proyección editorial para entregar paquetes de películas a las plataformas y luego se realizan campañas comerciales con los recursos disponibles por cada película para finalmente construir informes trimestrales que permitan evaluar el impacto de las acciones realizadas para cada producto audiovisual. 

Respecto a las oportunidades identificadas en el mercado digital la experta destacó su crecimiento debido a los bajos costos que ofrece el negocio y la accesibilidad para el usuario final. Adicionalmente hizo mención de las ventajas que dan las plataformas a las películas más alternativas o de nicho debido a que los costos de almacenar y distribuir los contenidos disminuyen y otorgan al productor más control sobre la negociación de la distribución y sus resultados. 

Por último los desafíos que planteó Moreira de Souza frente a la sobreoferta de contenidos de las plataformas es que se vuelve más difícil destacar las películas en el entorno digital y mencionó la necesidad de continuar formando en estas nuevas posibilidades de promocionar y difundir las producciones a través de ventanas de VoD para que los realizadores y productores ganen seguridad, pierdan miedo y realicen su distribución por fuera del sistema de ventanas tradicional. 

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Circuitos alternos y marketing para el mercado doméstico

julio 10, 2019 by Retina Latina Dejar un comentario

La primera sesión del laboratorio Conecta llamada Circuitos alternos y Marketing para el mercado doméstico estuvo a cargo de Gabriela Sandoval Productora, gestora cultural, programadora y directora fundadora de la empresa chilena de distribución de cine Storyboard Media. La experta brindó un panorama general de la distribución de una película a través de las siguientes preguntas orientadoras: ¿qué es la distribución de cine?, ¿cuáles son las rutas de la distribución de una película?, ¿qué tener en cuenta para una óptima difusión y comercialización de una película? ¿qué hacen los agentes de ventas y los distribuidores locales?, ¿qué implica la distribución local de una película?

Para responder esas preguntas, la experta habló en un primer momento de los festivales de cine y el estreno comercial como las dos posibles rutas de exhibición, siendo la primera ruta, la única opción para muchas películas debido al poco espacio que entregan las cadenas de cine comercial. Por esa razón dijo Sandoval, los festivales son “espacios ineludibles y fundamentales para promocionar y hacer visible determinadas películas”. En ese sentido, la sugerencia es pensar y planear la ruta de festivales, investigar la programación de los festivales y participar en ellos como un paso inicial en la estrategia de marketing y como un punto de encuentro con potenciales agentes de ventas o distribuidores. 

Respecto a la distribución comercial, Gabriela les habló a los asistentes sobre el sistema de ventanas de distribución surgido en los años ochenta como medida para que una misma película no compitiera contra ella misma en diferentes canales. De acuerdo a ello, el orden de ese sistema implementó el orden del theatrical, luego DVD, después televisión paga, televisión abierta y otros. Sin embargo en los últimos años la llegada de las plataformas VoD cambió el orden del ecosistema, priorizando esta ventana sobre la distribución del DVD. La directora de Storyboard Media hizo mención de los cambios que han surgido a propósito de las plataformas por los modelos de producción propia y los estrenos que omiten las salas de cine. 

Finalmente, en el marco de la distribución comercial señaló a los agentes de ventas y distribuidores locales quienes entienden los tiempos y las dinámicas del sistema de ventanas y generan estrategias para la comercialización de las películas. Estos agentes adquieren los derechos de las obras o productos y las toman en representación para hacer el recorrido por las distintas ventanas comerciales y para ello realizan una evaluación del potencial de la película y organizan una campaña de marketing para el lanzamiento del producto de acuerdo a ese diagnóstico. En ese sentido la experta enfatizó en la importancia de tener materiales suficientes que permitan un despliegue amplio de la estrategia de mercadeo que incluyan por ejemplo: hitos importantes de la película, fotos de rodaje, presskit para televisión y otros medios de comunicación, saludos de los actores de la película, fechas importantes para anclar el filme a un evento coyuntural, materiales de campaña, spots para televisión y radio entre otros.

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Inició Conecta, laboratorio de distribución de cine para América Latina y el Caribe 

julio 8, 2019 by Retina Latina Dejar un comentario

En la mañana del 8 de julio inició el laboratorio Conecta, la iniciativa de la plataforma para ver cine latinoamericano Retina Latina, cuyo objetivo es abrir un espacio para fortalecer las competencias de 30 jóvenes latinoamericanos en distribución de cine. Los participantes estarán acompañados a partir de hoy y durante cuatro días, de ocho expertos internacionales. 

Conecta fue presentado por la coordinadora de Retina Latina, Yenny Chaverra, quien dio la bienvenida a todos los asistentes, presentó el portal de cine latinoamericano y les contó cuál es el objetivo y propósito de la plataforma al difundir y promocionar cine de América Latina desde una perspectiva de derechos culturales. Posteriormente contó el propósito del Laboratorio Conecta al ser un espacio de colaboración e intercambio de conocimientos para que el cine latinoamericano encuentre y diversifique sus formas de llegar a los públicos que son diversos y heterogéneos. 

La coordinadora también enfatizó en poner una pregunta en este espacio de trabajo alrededor de las distintas formas de distribución del cine, especialmente aludiendo a las nuevas formas de circulación digital y los desafíos que presenta la industria cinematográfica de la región ante el panorama competitivo en el que se encuentran las películas. 

Posteriormente, Julián David Correa, director de cinematografía del Ministerio de Cultura de Colombia, también le dio la bienvenida a los participantes, a los expertos e invitados e hizo una mención especial a  Roxana Mollano de Adecine, la autoridad cinematográfica de Bolivia, quien acompañó la primera sesión de Conecta. Adicionalmente, el director agradeció a todos los aliados que hicieron posible este espacio de encuentro, entre quienes se encuentran principalmente el Fondo Internacional para la Diversidad Cultural de la Unesco, la autoridades cinematográficas de Bolivia, Ecuador, México, Perú y Uruguay y otros colaboradores como ell Centro Ático de la Pontificia Universidad Javeriana, al Sena, las Escuelas de Cine de Centroamérica y el Caribe, la Cámara de Comercio de Bogotá, Proimágenes Colombia entre otros.

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El caso de Chavón – La Escuela de Diseño y su carrera de cine

abril 3, 2019 by Retina Latina Dejar un comentario

La formación en cine en el Caribe Latinoamericano: el caso de Chavón – La Escuela de Diseño y su carrera de cine

 

En Retina Latina nos hemos preguntado en varias ocasiones por las implicaciones de la formación en cine en relación con el estado de nuestra producción cinematográfica. Desde el monográfico sobre Escuelas de Cine preparado por Roger Koza, pasando por la colaboración constante con la EICTV para dar ventana a las películas realizadas en el marco de sus programas de formación, y más recientemente, en el especial de obras desarrolladas por latinoamericanos como resultado de su paso film.factory -que fuera el proyecto académico del cineasta húngaro Béla Tarr-, acogido por la Sarajevo Film Academy, donde Andrés Suárez nos sugiere hablar de películas Okupa para pensar en cómo actualmente se gestan unas cinematografías en otras geografías que no son localizadas en las zonas de origen en sus cineastas.

La formación audiovisual y cinematográfica en América Latina y el Caribe ha ido en crecimiento. Frente a un escenario en el cual hace unos diez años, la oferta académica formal e informal se concentraba en países como Brasil, México y Argentina -países que también cuentan con la mayor cantidad de películas producidas y estrenadas por año en la región- o donde para muchos la Escuela de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños en Cuba- EICTV era la única oportunidad de especializarse en áreas técnicas y artísticas del cine, hoy nos encontramos con multiplicidad de programas -formales y técnicos- y un amplio abanico de cursos de verano, de extensión y diplomados, entre otros.

En esta oportunidad, para acompañar la reflexión sobre la formación en cine, y con el ánimo de seguir abriendo el mapa de América Latina -esta vez al Caribe Latinoamericano- ofrecemos un especial de producciones surgidas en la Carrera Técnica en Cine de Chavón – La Escuela de Diseño -en la República Dominicana-, programa que este año celebra sus dos años de existencia apostando por un balance entre la teoría y la práctica, la experimentación formal y las dinámicas actuales de la producción, fomentando las particularidades creativas de cada uno de sus alumnos y recogiendo los retos que implica formar hoy con un universo digital que nos pone a la mano los medios de producción y circulación de las imágenes en movimiento.

Hablamos con Tanya Valette, directora de la Carrera Técnica de Cine, quien nos comparte la evolución de esta experiencia formativa que en 2019 tiene su primera promoción de estudiantes.

 

Retina Latina: ¿Cuál ha sido la evolución de las oportunidades para estudiar cine en República Dominicana frente a la época en la que fuiste una estudiante en la EICTV?

Tanya Valette:  A finales de 1986, cuando surge la EICTV, en cualquier país de Centroamérica y el Caribe era prácticamente una extravagancia pensar en estudiar cine.  Un sueño descabellado y loco.  Han tenido que pasar muchos años para que, en gran medida muchos de los graduados de la EICTV, empezáramos a cumplir uno de los objetivos de nuestra Alma Mater que es el de reproducir espacios de formación en nuestros países. En República Dominicana existen actualmente varias universidades que cuentan con cine y comunicación audiovisual en sus ofertas académicas y la Escuela de Diseño de Chavón, que ofrece un grado técnico.

 

R.L: Tú estuviste a cargo de la Dirección de la EICTV, ¿cómo esa experiencia contribuyó a tu propuesta de crear en tu país una carrera de cine con el formato y metodología que se ofrece en Chavón – La Escuela de Diseño?

T.V.: Como dije anteriormente, la EICTV nos formó con la conciencia clara de que debíamos regresar a nuestros países a reproducir lo aprendido.  Yo escogí un camino más largo, tanto vital como profesional, y me fui a Francia, donde entré en contacto con otras formas de enseñar el cine.  Estando en mi segunda etapa eiceteviana, percibí la necesidad de formar autores más centrados en la experimentación de las formas, atendiendo a la particularidad de sus poéticas y procesos creativos.

 

R.L.: Cuéntanos cómo se implementa el proceso formativo en la carrera de cine y cuál es su valor diferencial frente a otras propuestas y enfoques para abordar la formación en cine en Latinoamérica

T.V.: La carrera, que forma realizadores integrales, con un énfasis en la narrativa y la diversidad de formas y formatos, está dividida por semestres y estos a su vez en talleres de una o dos semanas, con profesores que vienen de todas partes del mundo, evidenciando la multiplicidad de miradas que llevará a cada estudiante a buscar su voz propia.  El valor diferencial radica en que formamos a los estudiantes con un sentido de independencia frente a sus procesos y al acto creativo en sí, aunque con la conciencia de que el cine es un arte colectivo.  Cada estudiante aporta sus herramientas de trabajo básicas: cámara, ordenador y grabadora de sonido.  Los primeros dos semestres hacen obras individuales en las cuales deben ejercer todos los roles.  En los últimos dos semestres surgen, de manera orgánica  las elecciones de oficios y la escuela facilita todo lo necesario para completar un buen registro visual y sonoro, así como para la postproducción de imagen y sonido de los cortometrajes.

Esto lleva a un aprendizaje en el cual se privilegia el discurso y la búsqueda formal frente a lo puramente técnico y lleva a pensar con una economía de recursos que posibilitará que se pueda crear desde modelos de producción de más fácil acceso, sin tener que sacrificar la forma y las historias.

 

R.L: Una de las mayores críticas que nos hemos encontrado entre profesionales de la industria del cine latinoamericano, es que la academia no dialoga con la industria, y que pocas veces forma atendiendo a las necesidades del mercado cinematográfico y audiovisual local y global. En ese sentido, ¿cuál es la articulación en Chavón con las necesidades de la industria del cine y el audiovisual en República Dominicana y a nivel internacional, y a la vez, con las búsquedas personales de los alumnos?

T.V.:  Este es un gran dilema en las escuelas que pretenden, como la nuestra, tener la vocación de formar autores.  Cómo hacerles conscientes de la necesidad de encontrar un espacio dentro de la industria, sin hacer concesiones en lo relacionado a sus poéticas personales y a lo que necesita ser contado.  Ese diálogo se hace necesario.  Uno de los caminos que estamos encontrando es insertando a los estudiantes durante sus periodos vacacionales, como pasantes en las diversas casas de producción y post producción existentes en el país, creando así un vínculo que permitirá crear alianzas y vínculos orgánicos entre ambas partes luego de que los estudiantes se gradúen.

 

R.L: La distribución, la exhibición en múltiples ventanas y la creación de audiencias para la producción latinoamericana es quizás el mayor cuello de botella que seguimos experimentando. Cuando nos encontramos con los directores y productores del cine latinoamericano, notamos que – a excepción de muy pocos casos- el enfoque en la circulación y el consumo de sus obras está en los estrenos comerciales en salas y en los festivales de cine. ¿Cómo se aborda dentro de la experiencia académica de la carrera de cine, el hecho de que las obras se hacen para ser vistas y tener lugar en múltiples pantallas y espacios de encuentro con los públicos?, ¿tienen algunas asignaturas enfocadas a la distribución, marketing y circulación de las obras?

T.V.:  Nuestro primer reto es hacer conscientes a estudiantes de cine de que sus obras deben existir para ser vistas, que el cine es una forma de expresión, de diálogo con el otro.  Para ello, lo principal es la incitación a la experiencia de compartir el hecho cinematográfico en una pantalla.  Tenemos una sala de cine donde todas las noches vemos y analizamos películas y reflexionamos sobre formas de llegar a otros públicos.  En el último semestre, junto con la evaluación de sus piezas y guiones de largometraje (los estudiantes pueden escoger la escritura de guión como tesis), cuentan con sesiones colectivas de trabajo y  asesorías one to one, enfocadas al mercado de festivales y a las estrategias de distribución en las diferentes pantallas en las cuales podrían ser exhibidas sus obras.

 

R.L: Además, de las necesidades del mercado cinematográfico, y gracias a la digitalización de los procesos de producción, creación y circulación, también se han generado una serie de nuevas estéticas, narrativas, intersecciones creativas que amplían el concepto del cine tradicional a un espectro más amplio y diverso del audiovisual. ¿Cómo dialogan con esta realidad de un audiovisual más expandido que pasa por los videojuegos, la realidad aumentada, el cine 360, lo transmedia y  otras formas de hibridación del cine con otras artes, la ciencia y la tecnología?

T.V.: El diseño de la carrera incita a los estudiantes a la búsqueda y la experimentación, tanto de las formas como de los formatos.  Todos los ejercicios de fin de semestre son una especie de dibujo libre que responderá a las necesidades estéticas y narrativas de sus propuestas.  Esto incluye desde la apropiación de archivos hasta el cine expandido, pasando por la animación, la ficción etnográfica, el documental, lo autoreferencial, tanto desde lo digital como lo análogo, en Super 8 y 16mm.  El hecho de compartir espacio con una carrera de Bellas Artes, ayuda también a crear sinergias con otras formas artísticas y a estar más conscientes del cine como artesanía.

 

R.L: Cómo decíamos al comienzo, en 2019 la carrera cumple dos años y con ello también tendrán la primera promoción de graduados. ¿Cuál es el balance de estos dos años tanto de la carrera como de la oferta de extensión que tienen en el área de cine la Escuela de Diseño de Chavón?

T.V.: En mayo de este año tendremos nuestra primera promoción de graduados, de 38 estudiantes.  Quizá sea muy rápido para hacer un balance que no parta de la emoción, pero se evidencia en este primer grupo, el hecho de formar parte de una generación de cineastas con conciencia de sí y de su necesidad de hacerse cargo.  Eso para nosotros empieza a ser nuestro primer logro.

En términos de la carrera y su oferta, la demanda ha ido incrementándose cada año y desde el año pasado hemos empezado a recibir aplicaciones y estudiantes de la región, lo cual evidentemente enriquecerá el proyecto desde todos los lugares.  Ha sido asombrosa también la rapidez con la cual hemos empezado a destacarnos en publicaciones especializadas, como la revista Variety, que nos catalogó como una de las carreras de cine más prometedoras, así como los premios alcanzados por algunos de los cortometrajes realizados por nuestros estudiantes, en festivales nacionales e internacionales.

 

R.L: Finalmente, por favor invita a los usuarios de Retina Latina a ver el especial que hemos preparado para ellos de cortometrajes de la carrera de cine de Chavón – La Escuela de Diseño

T.V.:  El Caribe es un territorio diverso y complejo que se construye una identidad desde un mar en calma y el azote despiadado de los vientos.  La selección de cortometrajes que hemos hecho responde a ese ritmo, a esa ambivalencia vital.  Siete jóvenes cineastas en formación, con miradas y elecciones formales muy distintas, dan cuenta de esa diversidad.

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Entrevista: Transcinema Perú inicia su sexta edición

noviembre 29, 2018 by Retina Latina Dejar un comentario

 

Retina Latina habló con John Campos, Director de Transcinema Festival Internacional de Cine que se realiza en Perú y que para esta edición reafirma su línea editorial dirigida al cine de no-ficción y de transgresión

Retina Latina: En el panorama de festivales latinoamericanos y peruanos ¿Cuál es la particularidad de Transcinema y su valor diferencial?

John Campos: Es una pregunta difícil para quien lo organiza. Pero sí podría asegurar que nuestro público ya sabe que las películas que presenta Transcinema tienen un componente de riesgo, audacia y experimentación en sus secciones centrales poco habitual en otros festivales de la región. Nuestro foco en las secciones competitivas es la no-ficción o ficciones de experimentación. Nuestra misión es diversificar la manera de ver, hacer y pensar el cine en el Perú.

R. L.: Transcinema llega a su sexta edición e insiste en una línea editorial en la que el cine de no- ficción y de transgresión son su núcleo inquebrantable. ¿Cómo ha sido el proceso de curaduría para la presente versión?

J.C.: Exactamente ese es su criterio de selección en líneas generales. Lo que siempre va a cambiar, por suerte, son las películas. Cada película seleccionada se somete a un criterio doble aparentemente contradictorio y ahí lo rico del ejercicio. Por un lado, queremos películas que se arriesguen con el lenguaje cinematográfico, pero así mismo, que tengan elementos reconocibles para un público general, sea por tema, contexto, personaje, puesta en escena, etc. De esa fricción es que se deriva nuestro programa en general.

R. L.: ¿Qué destacaría de la presente edición en materia de invitados y programación?

J.C.: El argentino Mariano Llinás viene a presentar su monumental La Flor con 14 horas de duración, además de dictar un taller de escritura para jóvenes cineastas. Pero algo que realmente nos alegra, es que para esta edición nos visitan varios de los seleccionados de la Competencia Transandina, que consideramos nuestra competencia principal. Teresa Arredondo (Las cruces), Omar Alarcón (Mar negro), Mauricio Ovando (Algo quema), Libertad Gills (Retrato lento) y los cineastas peruanos Javier Bellido (Connatural), Enrique Méndez (El Anti-faz), entre otros, estarán presentes para acompañar sus películas. Eso es algo que queríamos desde la primera edición y de a pocos se va logrando.

R. L.: La programación del sexto Transcinema supera las 100 películas que hacen parte de las competencias, selecciones, focos, bloques temáticos. Vemos en la oferta autores (as) consagrados (as) y emergentes. ¿Podría compartirnos un poco más sobre el ejercicio de programación y el perfil de sus secciones?

J.C.: Las secciones son varias e intentan rescatar lo más radical y a la vez empático del cine contemporáneo. Hay secciones de cine experimental (Radicalismos), cine político (Resistencia), cine evocativo, de ensayo o autobiográfico (Memorias), cine de ficción más transgresora (Transficciones) y cine donde el espacio mismo es protagonista (Espacios). No distinguimos películas por su duración e intentamos amalgamar un abundante contenido de realizadores emergentes, que toman riesgos estéticos, con otros consagrados cuya obra es afín al perfil del festival y cuya coherencia saludamos. Tensionar todo ello es lo más rico de hacer el festival hasta que lo compartes con el público.

R. L.: Además de la programación, el festival cuenta con un espacio de formación, el TransLAB: Laboratorio de no-ficción, ¿podría contarnos sobre la dinámica de este espacio y cómo se articula con la línea editorial de Transcinema?

J.C.: El TransLAB como Laboratorio en sí es una selección Work in progress poco tradicional. Se comparten en sala los cortes seleccionados y hay instancias de devoluciones entre los participantes y tutores. Es como someter a diversos criterios creativos las películas en construcción. Por otro lado, el TransLAB también aglomera toda actividad formativa, sea taller, charla o seminario realizado en el marco del festival. Digamos que es nuestra área educativa y de pensamiento cinematográfico.

R. L.: Su festival es una ventana de visibilidad para la producción nacional, transandina y latinoamericana que busca transgredir parámetros formales, narrativos, estéticos y temáticos. En el caso del cine andino y peruano, ¿ha percibido una transformación o crecimiento particular de este tipo de apuestas?

J.C.: De manera modesta, pero sí hay un desarrollo en ese sentido del que nosotros sólo estamos siendo testigos y parte. Producción de un cine más radical siempre hubo, siempre estuvo ahí, pero ahora está un poco menos al margen que antes porque tanto cineastas, públicos, gestores y todo agente de cualquier medio cinematográfico se han desprejuiciado de ello. Tiene mejores condiciones para hacerse y exhibirse. Y eso definitivamente es señal de desarrollo -repito, aún modesto- pero evidente. Algo hermoso, es cuando tus espectadores regulares o cinéfilos de siempre se aparecen de repente con alguna película aplicando a tu festival. Ese solo gesto es otro indudable síntoma de desarrollo de una escena cinematográfica cada vez más diversa.

R. L.: En Latinoamérica, en los últimos cinco años han aparecido muestras y festivales de cine, con un enfoque de ruptura. Es el caso de eventos como Radical (Bolivia), Black Canvas (México) y el mismo Transcinema, que han apostado por deslindarse de cierta geoestética y geopolítica de los festivales de cine tradicionales, ¿a qué cree usted que se deba este fenómeno relativamente reciente?, ¿cómo ha incido para crear una red de intercambios y colaboración no solo entre festivales sino entre cineastas que comulgan con experimentar con la formas y las narrativas audiovisuales en América Latina?

J.C.: Coincidentemente yo soy programador de los dos festivales mencionados aparte de Transcinema. Y es que sencillamente es mi línea de trabajo: ensanchar cada vez más la manera de ver, entender, hacer y pensar el cine de lo menos desprejuiciado posible. Los festivales más antiguos de la región celebran tardíamente o anacrónicamente una idea sesentera, hasta ochentera, de Nuevo Cine Latinoamericano. Separando estrictamente la ficción del documental y preponderando las temáticas a la puesta en escena. Por ello, para diversificar nuestros criterios cinematográficos y audiovisuales es necesario visitar el otro extremo de la creación para darle su verdadero valor estético. Poner “lo marginal”, “lo alternativo”, al centro para que discuta desde lo discursivo y no solo por valores de producción. El cine es lenguaje y si no se empieza por ahí, creo que se parte al revés. Hay muchos cineastas, críticos, programadores y espectadores que valoran esta diversificación, solo que ahora tiene una repentina visibilidad por la multiplicidad de nuevas iniciativas y por la colaboración en red que comienzan a darse de manera orgánica. Dentro de esa militancia todos cumplimos el mismo rol de hacer ver más y distinto.

R. L.: ¿Cómo es la relación de Transcinema con sus públicos nacionales? ¿han implementado estrategias para acercarse, conquistar y diversificar sus audiencias?

J.C.: Creo fehacientemente que todo proyecto coherente termina calando. Si bien seguimos desarrollando nuestra propia manera de pensar el cine a través del festival, hay cada vez más gente que nos acompaña en eso. No solo el público, fundamental y a quien se dirige todo esto, sino cineastas, críticos, otros programadores y gestores de distintas disciplinas. Para nada es esto unilateral sino que siempre se escapa de las manos, porque al agitar un medio creativo no puede suceder nada previsible y las energías se disparan hacia direcciones insospechadas. Y en eso estamos. Ahora, hay mucho por potenciar, por diversificar, por invitar y por hacer. Y en buscar esa mejora hay un gusto. Pero es increíble cuando se difuminan las barreras entre cineasta, programador, crítico y público, haciendo todos parte de un mismo paisaje y eso veo que está pasando.

R. L.: ¿Algo más que quieran compartir con nuestros usuarios de Perú y América Latina?

J.C.: Que nos visiten en Lima siempre la primera semana de diciembre, pues habrá un nuevo Transcinema que los reciba. Un festival amable, horizontal y hasta casero en su manera de acercarse a sus amigos espectadores para juntos compartir, disfrutar y pensar el cine. O vernos también en otros rincones de América Latina, que eso es muy lindo también.

 

REDES SOCIALES TRANSCINEMA

Facebook: festivaltranscinema
Twitter: @transcinemafest
Instagram: @transcinema_festival de cine

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Entrevista al Director de la Dirección del Cine y Audiovisual Nacional -ICAU del Uruguay.

noviembre 10, 2018 by Retina Latina Dejar un comentario

Con motivo de la celebración del Día del Cine Nacional en el Uruguay, Retina Latina habló con Martín Papich, Director de la Dirección del Cine y Audiovisual Nacional -ICAU, sobre política audiovisual y los desafíos que enfrenta la industria cinematográfica de su país.

 

Retina Latina: ¿Cuál ha sido la importancia de la Dirección del Cine y Audiovisual Nacional -ICAU para el desarrollo de la industria cinematográfica del Uruguay?

Martín Papich: A 10 años de la aprobación de la Ley de Cine y Audiovisual, el Uruguay Audiovisual ha crecido favorablemente estimulando el talento y multiplicando las oportunidades en una actividad que hoy cuenta con cientos y miles de componentes. Nuestro país construyó en los últimos veinte anos un repertorio de política pública de mecanismos directos -fondos públicos- e indirectos -incentivos fiscales y exoneraciones impositivas- que impactan positivamente y que determinan dos hechos absolutamente incontrastables: Uruguay es un país con Cine Nacional como parte integrante de nuestra Cultura, al igual que otras expresiones como la música, el teatro, la literatura. Y lo segundo, que es un país con Política Pública para el desarrollo de este sector del cine y audiovisual con la visión de sumar en el desarrollo de la sociedad.

 

R.L.: ¿Podrían compartirnos las líneas fundamentales de su política cinematográfica, así como los mecanismos de apoyo para el sector?, ¿Qué evolución han experimentado desde la creación del ICAU hasta ahora? ¿Qué hitos podrían destacar?

M.P.: Nuestros focos estratégicos son cuatro:

– Públicos y audiencias, en plural-: lo entendemos como el sujeto principal de la actividad, la razón de ser de la generación de contenidos, que obviamente surge del corazón de la actividad como lo es la producción y realización, el resto de la cadena de valor y junto al fomento.

– Internacionalización: este aspecto es clave en el desarrollo de la política sectorial; no sólo por una cuestión de escala país sino por criterio de multiplicación y apertura de oportunidades y mercados.

– Sostenibilidad: basada en el diálogo público-privado en espacios que aseguren la presencia de todas las voces y la búsqueda de plataformas comunes por encima de las visiones particulares.

– Institucionalidad: para asegurar los marcos formales que den prospección y perspectiva.

Estos elementos son objetivos permanentes que transversalizan la gestión. Los altos y bajos en la misma, son determinados por la profundidad y alcance que cobra cada una de ellas y su equilibrio.

Las áreas de fomento, en su mayoría concursables en unas cinco convocatorias al año, se dirigen especialmente al desarrollo y producción de contenidos de cortometraje, largometraje, contenidos para tv, nuevos formatos. Hay líneas de estímulo al lanzamiento y promoción de dichos contenidos y una fuerte apuesta a respaldar las presencias en mercados y festivales. También se suman acciones estructurales en apoyo a eventos priorizados, así como objetivos de preservación del patrimonio. Estas acciones deben ser entendidas como una sumatoria al resto de mecanismos e instrumentos ya comentados.

 

R.L.: ¿Cómo surge la iniciativa del Día del Cine Nacional en el Uruguay y en qué consisten sus principales acciones?

M.P.: El Día del Cine fue una de las primeras acciones del ICAU. Recuerdo que fue un lanzamiento hecho en el Cabildo de Montevideo como lugar referencial de punto de encuentro de la sociedad. En eso pensamos cuando tomamos la iniciativa, generar un foco de atención en una actividad como la nuestra por medio de acciones que fueran resultado de la participación de todos los actores: hacedores, distribuidores, salas culturales y comerciales, ahora más en el presente, la plataforma Antel Vera, Retina Latina, etc, dirigido todo ello a los públicos y audiencias. «En todas tus pantallas» es el lema a desarrollar y en el que estamos trabajando fuertemente.

 

R.L.: El apoyo de las audiencias a los cines nacionales es una condición fundamental para el desarrollo tanto de la dimensión cultural como industrial del cine. Desde esa perspectiva, ¿Qué desafíos tiene el ICAU y los agentes del sector cinematográfico para incrementar la circulación y apropiación del cine nacional entre los públicos uruguayos?

M.P.: Hemos montado una Oficina de Programación que es el espacio que se encarga de gestionar y programar: la Red de Salas Digitales del Mercosur, la red de circulación en todo el país en espacios y salas culturales y comerciales, los programas dirigidos a niños y jóvenes, escuelas y liceos, centros de reclusión, la propia Retina Latina y ahora el desarrollo de una plataforma con Antel. Parte de estas acciones se complementan con estímulos desde el Plan de Fomento invirtiendo recursos en los estrenos simultáneos en salas de la capital y del interior del país. Paralelamente, existen mecanismos de exoneración impositiva para la importación de equipos complementariamente a la ley de promoción de inversiones que favorece la exhibición y sus calidades.

 

R.L.: Desde el sector y la institucionalidad cinematográfica iberoamericana hemos generado diversas estrategias (acuerdos de coproducción, organismos internacionales como la CACI, fondos como Ibermedia, programas como DOCTV Latinoamérica y proyectos de circulación como la red de salas del MERCOSUR y la plataforma digital de cine latinoamericano Retina Latina, entre otros) para trabajar de manera conjunta y construir iniciativas en las que la suma de esfuerzos, afinidades y la diversidad se conviertan en un capital simbólico, cultural y económico para posicionar las narrativas y cinematografías propias frente a la oferta masiva  de la industria y el cine norteamericanos. En ese contexto, ¿Cómo se concibe desde su política institucional esta participación e intercambio en el afianzamiento de la cinematografía uruguaya a nivel nacional e internacional?

M.P.: Como ya adelantáramos anteriormente, la dimensión internacional es parte integral de la estrategia: a ello se suma en estos espacios y programas, una serie de factores que entendemos también de primer orden, como lo es la cooperación e integración.  Uruguay ha crecido a la luz de estos programas de integración, inclusive alguno de ellos como lo es el Programa Ibermedia, se transformó en un instrumento determinante. El cine nacional difícilmente se pueda entender, sin estos espacios ya emblemáticos en la región, que ojalá se sigan afianzando por encima de cualquier coyuntura. En ello hay que poner mucho empeño sobre la base de estrategias por encima de las visiones cortoplacistas.

 

R.L.: Por último, nos gustaría que invitaran a los usuarios de Retina Latina –no solo del Uruguay sino de América Latina- a sumarse a la celebración del Día Nacional del Cine.

M.P.: Queremos contribuir desde Uruguay, al crecimiento de este espacio común que es Retina Latina, les proponemos desde nuestro Día del Cine que se sumen a esta experiencia que potencia la integración, la diversidad por encima de lo homogéneo y las calidades y propuestas que destacan de nuestros países. ¡Los invitamos a tomar esta oportunidad!

Archivado en:Noticias Etiquetado con:Cine, DíaDelCineNacional, Uruguay

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