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Mario Handler

Uruguay 🇺🇾

Foto de Mario Handler

Nació el 10 de noviembre de 1935 en Montevideo, Uruguay. Es un cineasta y fotógrafo uruguayo, reconocido como uno de los pioneros del cine militante en su país. A lo largo de su carrera, ha desarrollado una obra que combina la denuncia social con un enfoque experimental y una profunda reflexión sobre la realidad histórica y política.

Handler comenzó su carrera en el cine en 1958 con su película Vanguardista, que marcó su entrada en el ámbito cinematográfico. Posteriormente, viajó a Alemania, donde realizó una pasantía en el Institut für den Wissenschaftlichen Film (IWF), una institución dedicada al cine científico. Su formación continuó en Checoslovaquia, donde realizó el documental En Praga, en el cual abordó la situación política de Europa del Este en ese entonces.

En la década de 1960, Handler consolidó su estilo con dos obras significativas: Carlos, cine-retrato de un “caminante” y Me gustan los estudiantes, ambas centradas en los movimientos sociales y las luchas políticas. En 1969, realizó Liber Arce, liberarse, un documental sobre el asesinato del primer mártir estudiantil en Uruguay, que se convirtió en un hito del cine militante uruguayo.

En 1973, con la llegada de la dictadura cívico-militar en Uruguay, Handler se vio obligado a exiliarse en Venezuela. A pesar de la interrupción de su carrera en Uruguay, continuó su trabajo cinematográfico en Venezuela, donde desarrolló una serie de películas que reflexionaban sobre la historia, el colonialismo y la cultura popular. Entre ellas se destacan Dos puertos y un cerro (1975) y Tiempo colonial (1976), en las que abordó la dominación colonial y las raíces culturales de América Latina. En 1980, realizó María Lionza, un culto de Venezuela, codirigido con Raquel Romero, un documental que profundiza en la religiosidad popular y el sincretismo de la cultura venezolana.

Después de años de exilio, Mario Handler regresó a Uruguay en 1999. En el año 2000, comenzó a enseñar Cine Audiovisual en la Universidad de la República, compartiendo su vasta experiencia con nuevas generaciones de cineastas. Su regreso a la producción cinematográfica también se consolidó con la realización de varias películas, entre ellas Aparte (2001), que fue estrenada en 2003 y que aborda las secuelas de la dictadura uruguaya y el exilio. En 2007, dirigió Aparte y Elecciones, una reflexión sobre la transición democrática en Uruguay, y en 2010 presentó Decile a Mario que no vuelva, un largometraje centrado en la memoria histórica y las tensiones del pasado reciente del país. A lo largo de su carrera, Mario Handler ha sido un testigo y narrador de los procesos históricos y sociales de Uruguay, Venezuela y América Latina en general, utilizando el cine como una herramienta de reflexión crítica y como medio para recuperar la memoria histórica. Su obra ha sido influyente no solo en el cine uruguayo, sino también en el cine latinoamericano, siendo un referente para las generaciones de cineastas comprometidos con el desarrollo de un cine político y social.

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