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Jorge Silva

Colombia 🇨🇴

Foto de Jorge Silva

Nació el 2 de diciembre de 1944 en Girardot, Colombia. Su infancia estuvo marcada por la pobreza, el abandono y un periodo difícil en un orfanato, vivencias que más adelante se transformarían en la raíz emocional de su obra cinematográfica y fotográfica. A pesar de estas adversidades, su curiosidad lo llevó a formarse como autodidacta: pasó largas horas en la Biblioteca Luis Ángel Arango, donde descubrió a autores como Faulkner, Hemingway, Joyce, Céline, entre otros, y encontró en la literatura un refugio y una brújula creativa.

Su acercamiento al cine empezó en los cineclubes de Bogotá, la Cinemateca Distrital y la Alianza Francesa, espacios que ampliaron su mirada estética y social. Allí conoció a fotógrafos como Hernando Oliveros y Hernán Díaz, a quienes acompañó en diversos rodajes. Oliveros, además, le enseñó el manejo técnico de la cámara y lo introdujo al trabajo de grandes maestros como Robert Capa, Henri Cartier-Bresson, Brassaï, Edward Steichen y Robert Frank, influencias que marcaron de forma decisiva su sensibilidad visual.

En 1964 escribió y dirigió su primera película, Los días de papel, un retrato autobiográfico filmado en 16 mm que reconstruye la dureza de su infancia. Un año después, en 1965, conoce a Marta Rodríguez, recién llegada de Francia tras estudiar cine y antropología. La afinidad ética y estética entre ambos los llevó a emprender juntos el rodaje de Chircales (1967–1972), documental emblemático del Nuevo Cine Latinoamericano que denunció la explotación infantil y laboral en los barrios de Tunjuelito, al sur de Bogotá. El impacto internacional de la película permitió consolidar su trabajo conjunto y fundar la Fundación Cine Documental, desde donde desarrollaron un proyecto cinematográfico comprometido con las luchas sociales en Colombia.

Entre 1966 y 1986, Jorge Silva creó sus principales series fotográficas, un vasto archivo visual que hoy es testimonio privilegiado de la vida urbana y rural del país: habitantes de calle, la contracultura hippie, desigualdades sociales en la periferia bogotana, movimientos agrarios, recuperación de tierras indígenas, protestas populares, así como la denuncia de los impactos ambientales en la industria floricultora. Su obra constituye una memoria visual invaluable de las transformaciones sociales y políticas del país en las décadas de 1960 y 1970.

Junto a Marta Rodríguez realizó documentales fundamentales como Planas: testimonio de un etnocidio (1972), Campesinos (1976), La voz de los sobrevivientes (1980) y Nuestra voz de tierra, memoria y futuro (1982), obras que consolidaron un lenguaje documental propio, marcado por la cercanía con las comunidades, la denuncia y la poesía de lo real.

En su archivo también reposan proyectos inconclusos que desarrolló junto al escritor Arturo Alape, con quien trabajaba en los guiones de tres películas de ficción sobre la historia de la violencia política en Colombia.

Jorge Silva murió inesperadamente el 28 de enero de 1987, a los 46 años, a causa de una úlcera duodenal. Aunque su vida fue breve, dejó un legado profundo: una obra fotográfica y cinematográfica indispensable para comprender la realidad social del país, preservada y difundida hoy por Marta Rodríguez y la Fundación Cine Documental.

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