Skip to content

¿Co realización?, ¿coproducción horizontal?, ¿autoría?

6

Abr
2018

Imagen destacada de la entrada

¿Co – realización?, ¿coproducción horizontal?, ¿autoría?

Nos piden un breve texto para la plataforma de VoD (Video on demand) Retina Latina www.retinalatina.org que hable de nuestra forma de producción, de la relación de estas formas de producción amateurs con lo profesional, con lo institucional y si pone en cuestión el concepto de autoría el hecho de trabajar de forma horizontal intentando evitar la jerarquización en los procesos de realización y producción. Los movimientos Sin título defienden la idea de cine «amateur» solo en cuanto a que no necesitan de la complejidad de algunos elementos de producción y que solo los mueven la cinefilia y cierta ansia por aprender desde la libre experimentación. Siempre hemos hecho nuestros movimientos con conceptos como “proximidad”, “urgencia”, “valorar lo imperfecto como parte del proceso”, …. y que nos llevan a rodar bajo parámetros de producción “Coste 0”. No hay que entender “amateur” como antónimo de “profesional”. Nosotros nos consideramos profesionales del cine, cineastas en un camino de experimentación estética y de modelo de producción. En lugar de “amateur” llamémoslo por ejemplo, y de forma algo jactanciosa, “cine libre”, sin ataduras en cuanto a la producción. Sin embargo, hay incompatibilidades o falta de diálogo cuando ese cine “cine libre” se encuentra con lo “institucional”. La institucionalidad pública y de la industria del cine que cuenta con estrategias de reconocimiento, y apoyo para la realización y producción de películas (cortometrajes, documentales, ficción) no responde actualmente a las nuevas lógicas de realización y producción que han surgido con la democratización del cine y el audiovisual en distintas dimensiones. Le es difícil asimilar en sus modelos y sistemas de cuotas de participación, que actualmente es un hecho que una película se haga entre dos personas y que quizá una sola ya la pueda hacer, desempeñando una gran variedad de roles. Es allí, donde las películas de “cine libre”, que no pueden homologar su estructura a los esquemas tradicionales del equipo técnico o artístico que las haga de manera ortodoxa ser obras cinematográficas nacionales o coproducciones internacionales, quedan al margen de las posibilidades de acceso a un certificado de “identidad” como a los beneficios que puedan llegar a tener, en su condición de obras, de “cine libre” con sus propias lógicas. Al encontrarnos con este “formateo institucionalizado” del cine y el audiovisual, se estandariza la creación y la producción, dejando por fuera otras formas de hacer y de contar, que insistimos, no por su diferencia o ruptura, es “amateur”, sino de “cine libre”.   “Eppur si muove”. Nuestros cortos “bastardos” sin nacionalidad han estado en más de 30 festivales, cineclubs…, y viven su vida al margen de la institución. Probablemente este “formateo institucionalizado” está dejando fuera muchos productos audiovisuales al margen: realizados por comunidades en barrios, por comunidades indígenas, audiovisual realizado por jóvenes… La democratización de lo digital en el cine revolucionó las formas de producción y de expresión, pero estas transformaciones todavía no forman parte de lo que la institucionalidad considera “Cine”. En otros ámbitos en Latinoamérica ya se tienen en cuenta esas formas de organización desde lo comunal y lo asociativo. Nos gustaría que desde las políticas culturales no se siguiera favoreciendo un tipo de cine de clase media que cumple con los requisitos y que se ajusta a ese cine formateado tan a gusto de lo políticamente correcto. En cuanto al concepto de “autoría” también es necesario relacionarlo con un modelo que se defiende desde lo institucional. El autor, el festival y el premio son valores que sirven para montar un escaparate, vender y legitimar esa institucionalidad del “Cine”. Poner en cuestión la “autoría” también es una forma de avanzar hacia modelos de producción más horizontales y diversos. El cineasta portugués Pedro Costa -de quien nadie diría que es un “amateur”- trabaja ya hace años desde esta línea con sus títulos de crédito horizontales, donde las ganancias se reparten por igual, donde los equipos están muy cohesionados, casi familiares. La “autoría”, ese concepto que la modernidad de los años 60 instauró, debe cuestionarse continuamente. En nuestros movimientos “Sin título” nos gusta pensar que todos los que participan son autores ya que sin ellos no hay obra cinematográfica. Nuestro ejemplo de corealización y coproducción pone en valor el trabajo desde la horizontalidad, el reparto de tareas según competencias y gustos personales, lo que otorga libertad en la creación, divertimento, satisfacción personal y la posibilidad de plantearse otros paradigmas desde la realización y la producción. Julio Lamaña y Ricardo Perea

Películas relacionadas

x